Anécdota 1
Sondear al personal para ver si te siguen…
Ocurrió en una EFA (Escuela Familiar Agraria) de Galicia. Una
veintena de jóvenes de ciclos (La extinguida FP o Formación
Profesional) recibían formación del profesor. El objetivo de la charla era que entendieran la necesidad de trabajar en grupos. Mientras el profesor se esmeraba en exponer un ejemplo gráfico los alumnos le miraban fijamente a la boca:
– Había dos burros hambrientos atados por la cola. El granjero les puso dos grandes cubos de cebada en los dos extremos de la habitación. Pero cuando cada uno se aproximaba a su cubo tiraba del rado del otro burro y le separaba de la cebada. Era imposible comer así.
Ocurrió en una EFA (Escuela Familiar Agraria) de Galicia. Una
veintena de jóvenes de ciclos (La extinguida FP o Formación
Profesional) recibían formación del profesor. El objetivo de la charla era que entendieran la necesidad de trabajar en grupos. Mientras el profesor se esmeraba en exponer un ejemplo gráfico los alumnos le miraban fijamente a la boca:
– Había dos burros hambrientos atados por la cola. El granjero les puso dos grandes cubos de cebada en los dos extremos de la habitación. Pero cuando cada uno se aproximaba a su cubo tiraba del rado del otro burro y le separaba de la cebada. Era imposible comer así.
Los alumnos seguían sin parpadear la explicación del profesor.
– Así que decidieron unirse y comer juntos en el mismo pozal. Coordinándose, lograron acabar pronto con el primer cubo, y después de una complicada maniobra de aproximación, lograron llegar al otro montón de cebada. Y comieron todo entre los dos…
Ya ha acabado. Ahora, ¿qué idea os sugiere esta historia?
Silencio. Los alumnos miran la boca del profesor fijamente. Al cabo de un rato uno aventura una mano en alto:
– ¿Y quién les ató el rabo?
– ¿Y quién les ató el rabo?
Anécdota 2
Un individuo va con su mujer a las cuatro de la mañana, conduciendo borracho
– ¡Mariano, ten cuidado! -dice la mujer asustada-.
– ¡Tú tranquila, que yo controlo!
– ¡Mariano, Mariano, cuidado, una curva cerrada!
– ¿Y que te creías, que a las cuatro de la mañana iba a estar abierta?
– ¡Mariano, ten cuidado! -dice la mujer asustada-.
– ¡Tú tranquila, que yo controlo!
– ¡Mariano, Mariano, cuidado, una curva cerrada!
– ¿Y que te creías, que a las cuatro de la mañana iba a estar abierta?
Para un conductor borracho incluso la mayor recta resulta curva cerrada y
peligrosa.
El alcohol y el volante se llevan mal. Pero es que el alcohol se lleva mal
con todo. Y hoy está haciendo verdaderos estragos entre los jóvenes. Nunca
he entendido que para divertirse haya que emborracharse.
Alguien ha dicho que el hombre es el único animal que bebe sin tener sed.
Es una lamentable manera de huir de la realidad, de perder lo que nos hace
humanos: la racionalidad. Y es también una triste manifestación de
manifestar el vacío que hay dentro. Vacío que no se llena con alcohol ni con
nada de la tierra.
peligrosa.
El alcohol y el volante se llevan mal. Pero es que el alcohol se lleva mal
con todo. Y hoy está haciendo verdaderos estragos entre los jóvenes. Nunca
he entendido que para divertirse haya que emborracharse.
Alguien ha dicho que el hombre es el único animal que bebe sin tener sed.
Es una lamentable manera de huir de la realidad, de perder lo que nos hace
humanos: la racionalidad. Y es también una triste manifestación de
manifestar el vacío que hay dentro. Vacío que no se llena con alcohol ni con
nada de la tierra.
Anécdota 3
La Buena GenteCuando hay cariño se ve todo positivo
A lo largo de la historia del toreo, muchos han sido los pasajes anecdóticos que los distintos partidarios de los toreros nos han dejado. Son seguidores fieles a un concepto del torero, pero, mucho más importante, son fieles al torero.
Por ello, en ocasiones, tratan de justificar lo injustificable, a pesar de ser buenos aficionados…su torero está por encima del bien y del mal.
En estas que contaba el viejo banderillero a la hora del sorteo, de aquel gitanillo que solía acompañar a El Gallo y que, en una de las tardes aciagas del maestro y tras haberse dejado un toro vivo en la Maestranza sevillana, exclamó:
Hay que ver que es buena gente este torero…si él hace estas cosas pá que puedan comer tós….
A lo largo de la historia del toreo, muchos han sido los pasajes anecdóticos que los distintos partidarios de los toreros nos han dejado. Son seguidores fieles a un concepto del torero, pero, mucho más importante, son fieles al torero.
Por ello, en ocasiones, tratan de justificar lo injustificable, a pesar de ser buenos aficionados…su torero está por encima del bien y del mal.
En estas que contaba el viejo banderillero a la hora del sorteo, de aquel gitanillo que solía acompañar a El Gallo y que, en una de las tardes aciagas del maestro y tras haberse dejado un toro vivo en la Maestranza sevillana, exclamó:
Hay que ver que es buena gente este torero…si él hace estas cosas pá que puedan comer tós….
O como decía otro
– Pepe qué hijo más feo tienes.
– ¿Y qué? Si lo quiero ¡pa’l caaaaaaampo!
Otra versión de ver lo positivo:
– Pepe qué hijo tan feo te ha salido.
– Sí, pero no veas cómo pilla ratones…
– Pepe qué hijo más feo tienes.
– ¿Y qué? Si lo quiero ¡pa’l caaaaaaampo!
Otra versión de ver lo positivo:
– Pepe qué hijo tan feo te ha salido.
– Sí, pero no veas cómo pilla ratones…